Tramo Señalizado. Entrevista a Rafael Blasco López: Ganador del Primer Certamen de Relato Corto "SinVergüenza/Kanaya" 2021

 


Rafael Blasco López: "La Literatura es un mundo en el que todo es posible, el lugar donde no hay barreras ni fronteras ni límite alguno"

                                  


                                      Por Jorge Alonso Curiel 


Uno de los asuntos interesantes que tienen los premios literarios, entre otros, es que descubren o sacan a relucir autores con talento, poseedores de un estilo y un mundo literarios que merecen ser conocidos por los lectores. Así ocurre con el ganador del Primer Certamen de Relato Corto "Sinvergüenza/Kanaya" 2021, convocado por la vallisoletana Asociación Cultural Eclipse, un referente de la cultura en la ciudad del Pisuerga, y cuyo fallo final recayó en Rafael Blasco López (Barakaldo, Vizcaya, 1968). Pero este escritor que asegura que empezó a escribir como una válvula de escape de los problemas del día a día no es nuevo en estas lides, y su currículum alberga una larga lista de éxitos en certámenes literarios. Rafael es un hombre apasionado con la Literatura, y que se toma en serio y con disciplina este oficio cargado de baches e incertidumbres, y así lo ha comprobado el jurado de este premio que ha valorado los dos relatos enviados por Rafael con entusiasmo y colocándolos como ganadores con el mismo número de puntos. Rafael tiene ante sí un futuro muy prometedor, lleno de alegrías en el ámbito literario, y seguro que este hombre hecho a sí mismo irá consiguiendo todo lo que merece. Hablamos con él de todo ello, en una charla distendida y muy agradable en la que sus ojos no dejaban de brillar por la ilusión y las ganas de crecer como escritor, el camino por el que quiere seguir transitando. 

PREGUNTA. Rafael, en el año 2003 comenzaste a escribir como vía de escape a los problemas del día a día, incluidos los laborales. Podía haber sido cualquier otra disciplina artística, pero ¿por qué la literatura? ¿Qué es esto de la literatura que cuando se mete en uno ya no te deja?

RESPUESTA. Quizá me marcó la influencia de un libro que leí en la infancia y que se quedó guardado en la recámara de mi mente, y que no es otro que El viaje del Pirata, de Jack London. La impresión que me causó fue tan grande que provocó que quisiera hacer algo parecido algún día. Y ese día llegó muchos años después. Y no, no podía haber sido con otro tipo de arte: con la pintura solo consigo mancharme y, la verdad, ni la brocha gorda se me da bien; la música no me disgusta, pero no me veo, y de cantar ni hablamos, podría haber inundaciones o un tsunami...

Imaginemos que inventan una máquina capaz de plasmar tus fantasías, de hacerlas realidad, como un holograma en el futuro que pueda crear tu propio universo. ¿Es algo imposible?  Pues ya existe, se llama literatura. Eso es para mí: la Literatura es un mundo en el que todo es posible, el lugar donde no hay barreras ni fronteras ni límite alguno. Todo adquiere vida sobre el papel, con un añadido: que queda como un legado para la historia. En el caso del teatro, ver tu idea interpretada sobre un escenario (aunque todavía no lo he conseguido) no tiene precio. Si entras en este mundo, puedes parar, dejarlo una temporada, pero dudo que escapes de esta infinita tela de araña. 

Me gusta mezclar personajes del día a día con situaciones ficticias, todo ello aderezado con un toque ácido y una chispa de humor. Trato de plasmar un mensaje directo entre pinceladas de realismo.
 
PREGUNTA. ¿Qué tipo de literatura escribes, qué temas y con qué estilo? ¿Y como lector, qué te gusta más leer, qué autores?

RESPUESTA. Menos ciencia ficción, terror (para eso ya están los gobiernos y la factura de la luz) y ensayo, intento escribir todos los demás géneros: relatos, relatos cortos eróticos y negros, guiones teatrales, algo de poesía, además de algún pinito en cortometrajes. Me gusta mezclar personajes del día a día con situaciones ficticias, todo ello aderezado con un toque ácido y una chispa de humor. Trato de plasmar un mensaje directo entre pinceladas de realismo.

Mi lectura ha variado con el tiempo. Cuando era joven, me encantaban las novelas de Ken Follett y Alberto Vázquez-Figueroa. Poco más tarde, Blasco Ibáñez me atrapó hasta leer la mayor parte de sus obras, ahí empecé a adorar el realismo, sobre todo a su creador, Émile Zola. La generación del 36 me dejó con la boca abierta y a sus pies. Descubrí el realismo mágico de la mano de Luis Landero con Juegos de la edad tardía. Santiago Lorenzo con su bestial Los asquerosos y Jesús Carrasco con Intemperie han sido los escritores actuales que más me han atrapado. Con la poesía me ocurre algo parecido, sobran las palabras sobre Lorca y Miguel Hernández, qué decir de Charles Bukowski y su realismo sucio y rompedor de mentes. Los poetas actuales me gustan todos en general, destacando a Elvira Sastre. Sobre el teatro, tengo un ídolo intocable que es Alejandro Casona, Los árboles mueren de pie y La sirena varada me parecen genialidades que nunca pasarán de moda. Tengo pendiente la lectura de alguna obra de teatro actual.

 
PREGUNTA. Comenzaste a presentarte a concursos literarios, y aseguras que estás enganchado a ellos. La suerte te ha acompañado en una larga lista de ellos. ¿Qué tienen los concursos literarios que tanto te interesa? ¿Son una posibilidad para la publicación de los textos y para medir su calidad?

RESPUESTA. En ellos, tiene más importancia la persistencia que la suerte. ¿Hay un lugar más claro para revindicar tus ideas que un concurso? Si encima te premian, aunque sea solo una vez, es como pegar un puñetazo en la mesa y decir: ¡Aquí estoy yo! Luego está el gusanillo de la fecha del fallo que se acerca, tu nombre que puede ser el que sea premiado… Por supuesto que la publicación con ellos está ahí, además del dato para la historia. Nadie te conoce en la mayoría de los concursos, con lo que la calidad está valorada, y esto es algo importante. Solo con clasificarse entre los seleccionados o finalistas, ya es un subidón; lo de ganar, es para que te aten, por lo menos a mí me pasa eso.

PREGUNTA. Muchas felicidades, Rafael, por haber ganado el Primer Certamen de Relato Corto Sinvergüenza/Kanaya 2021, convocado por la Asociación Cultural Eclipse de Valladolid. Y además por partida doble, ya que los dos relatos que presentaste quedaron en primer lugar con el mismo número de puntos conseguidos. ¿Por qué te animaste a participar en este concurso con una temática tan especial, irreverente?

RESPUESTA. Lo vi distinto, muyyyyyy distinto a todos los concursos. Desenfadado, original a tope, descarado, lo tenía todo. En cuanto miré el cartel lo tuve claro, podía ser que ni me clasificara entre los finalistas, pero este es el mío, al que iba a concursar. En él podía escribir lo que quisiera, estar un poco “fuera de la ley”. Me daba igual lo que pasara, pero una cosa tenía clara: me iba a quedar muy a gusto escribiendo. Y vaya si lo hice.

El Escritor Rafael Blasco López


Mal lo veo, una sociedad que avanza hacia el paro por culpa de las máquinas y la locura, difícil solución tiene

PREGUNTA. Tus dos relatos se titulan Flojos de pantalón y Locuras tardías. En el primero de ellos tratas con descaro y humor el tema de la moda y de la dictadura de la delgadez. Parece que nuestra sociedad continúa sin querer abandonar el estúpido culto a la delgadez. Este es un asunto muy preocupante. ¿En qué nos estamos convirtiendo como sociedad, Rafael? ¿Hay arreglo?

RESPUESTA. Es un tanto complejo adivinar hacia donde vamos. Ya solo con la pandemia, que nadie imaginaba, mira cómo ha puesto todo patas arriba. La sociedad es mutante, por la evolución, por la tecnología, etc. Imagino que caminamos hacia una sociedad más “cómoda”, cosa que no nos favorece en absoluto. Los adelantos tecnológicos no solo nos convierten en menos activos, sino que nos “roban” nuestros propios empleos en la cara, y esto es imparable. Por otro lado, las enfermedades mentales crecen sin parar, de manera silenciosa, y que solo emergen cuando ocurre una catástrofe personal cuya información dura muy poco como noticia, y que siempre camufla la causa en un segundo plano. Mal lo veo, una sociedad que avanza hacia el paro por culpa de las máquinas y la locura, difícil solución tiene. Veo a diario una exaltación, un culto del “Yo tengo, yo soy”, un triunfo del ego comercial desatado. La salvación podría ser la conciencia colectiva, cosa para la que tendríamos que resetearnos y las generaciones venideras empezar a caminar con otra mentalidad.

PREGUNTA. En el segundo relato Locuras Tardías, narras un asalto a las puertas del Congreso de los Diputados, y hablas después de las sorprendentes locuras de unos personajes que quieren disfrutar de la vida y del placer. El relato es una crítica y un ataque a la clase política que parece que ha perdido todo nuestro respeto y consideración. ¿Dónde se encuentra el mal en los políticos? ¿Qué solución nos podrías proponer?

RESPUESTA. Sin duda el mal está en la avaricia. La codicia desde el primero hasta el último (salvo en contadas ocasiones) es ilimitada. Dudo mucho que no seamos el primer país del mundo en casos de corrupción. ¿Mi solución? ¡Je, je, je! (risa canalla) No voy a ser tan drástico como para cortar manos, aunque ganas no me faltan… Si ellos nos bombardean a impuestos, nos recortan la jubilación y nos obligan a trabajar hasta los 65 años (o más, creo que quieren aumentar la edad), pues vamos a darles de su misma medicina: IPOSAN, Impuesto Político de Salvación Nacional. Creemos un impuesto para tooooooodos los políticos desde el inicio de la democracia y que se perpetúe a todos los que entren nuevos. Que paguen este impuesto que consistirá en el cuarenta por ciento de su sueldo, que se retiren sus dietas y tecnología gratuita, que voten a mano alzada, (creo que contar saben). También hay que quitar sus coches oficiales; el metro y el autobús funcionan muy bien. Eliminemos las puertas giratorias y que cobren el sueldo base, como jubilados y parados. Llevemos al congreso y al senado un millón de firmas una y otra vez, hasta el triunfo de la terquedad y la justicia.

PREGUNTA. Rafael, eres un escritor versátil dentro de las distancias cortas. Has escrito, como has dicho, en varios géneros como el relato corto, la poesía, el microteatro, el relato erótico, etc. ¿Qué te ofrecen las distancias cortas como escritor? ¿Alguna vez te propondrás escribir más largo?

RESPUESTA. Por una parte, escribo relatos cortos en su mayoría por la escasez de tiempo; por otra, me gusta esa sensación un tanto “Punk”, ese golpe instantáneo que ponga el cerebro del revés, esa concentración de todo en poco espacio. Sí que tengo escrita alguna obra que otra más extensa, aunque la tengo congelada para el momento indicado. Quizá con el tiempo me atrapen más las historias largas, pero de momento, me encuentro muy a gusto en el mundillo breve.
 
PREGUNTA. Creo que aún no has publicado ningún libro, no tienes ninguna publicación que no sea la de tus premios literarios, pero seguro que no lo descartas. Cuéntanos tus proyectos literarios y vitales.

RESPUESTA. Bueno, no es del todo cierto. Tengo dos obras que pasaron desapercibidas. La primera fue un desastre que no quiero ni recordar. Traté de publicar con un falsa editorial. El resultado, una maquetación horrible, se comieron palabras, acentos, juntaron palabras… en fin, para olvidar. También publiqué un libro sobre parábolas de animales, La leyenda del ataque animal. Le tengo mucho cariño, pero la editorial quebró a las pocas semanas de la publicación. Tengo la intención de publicar una pequeña novela que empezaré a ofrecer en breve a las editoriales, además de querer relanzar mis dos fracasos anteriores. ¡No quiero rendirme!

La Literatura te abre los ojos, cambia tu manera de pensar, te ofrece la posibilidad de evolucionar hacia un nivel más elevado

PREGUNTA. Rafael, tú que eres un apasionado de la literatura y por todo lo que la rodea, y que te embarcaste en ella en una apuesta clara que ha mejorado tu vida, ¿aconsejarías a la gente que se acerque a ella? ¿Qué puede ofrecer la literatura?

RESPUESTA. Como no. La Literatura te abre los ojos, cambia tu manera de pensar, te ofrece la posibilidad de evolucionar hacia un nivel más elevado… La literatura nos va a ofrecer, como ya he dicho al principio, un universo en el que viajaremos de la manera escogida hacia otro estado en nuestro interior; ¿cuántas veces nos hemos emocionado de diferentes maneras al pasar la última página? Ese momento, es una sensación que no tiene precio.

PREGUNTA. Para terminar, Rafael. Todos tenemos unas citas de autores célebres o de personas anónimas que están grabadas en nuestra mente y que para nosotros son esenciales porque dirigen con rectitud y decisión nuestras vidas. Me gusta siempre hacer esta pregunta, ¿cuáles son las tuyas, Rafael?

RESPUESTA. Como todo en la vida es circunstancial, no puedo escoger. Cada momento, cada situación, tiene su propia frase. Como creo que hay que ser agradecido en la vida y Castilla me ha reconocido en tres ocasiones -uno de ellos en la publicación en el centenario de Alfonsa de la Torre de un poema de mi autoría hecho canción en el III Certamen del Poema Escondido, en Segovia, el título era Tumba olvidada, es fácil encontrarlo en la red; y otra con este “Sin vergüenza/kanaya”-, me vas a permitir recordar a dos de los mejores castellanos. El primero es Miguel Delibes: “Los hombres se hacen, las montañas ya están hechas ya”. Y aunque no sea una cita, no puedo evitar recordar unos versos de un poema de Alfonsa de la Torre: “¡Qué cansado está el cielo de ser azul y negro, de ser negro, de ser claro, de ser cielo, que cansado está el cielo!".




                             Por Jorge Alonso Curiel


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