Tramo Señalizado. Entrevista a la psicóloga y escritora Marisa Garcés: La Decisión de hallar el equilibrio
Marisa Garcés: "Solo nos preparan para lo bueno: para disfrutar, para gastar, para divertirnos; y de la otra parte, de los inconvenientes, no andamos muy entrenados"
Para ayudar a los demás -en cualquier aspecto o faceta- hay que tener una gran vocación para ello. A la abulense Marisa Garcés (1975) le sobra interés por los demás, y por eso desde muy pronto su decisión fue dedicarse a la psicología, para intentar que las personas encontrasen su camino y para que supieran gestionar el dolor inevitable que contiene también nuestro paso por esta realidad tan compleja. Quien conoce a Marisa, enseguida se da cuenta de que está ante alguien repleta de humanidad y de empatía, que es una persona dulce y entregada, y que además intuye que a una mujer así, solo le podrán pasar cosas buenas, y que conseguirá todo lo que se proponga. Así Marisa se entregó de lleno, y no sin dificultades, a la tarea de convertirse en psicóloga, porque Marisa es alguien que quiere lograr que los demás vivamos lejos de la desesperación, y porque sabe también que estamos llenos de valor que solo hay que saber despertar y dirigir. Pero no solo es una psicóloga que deja huella, otra de sus pasiones es la literatura, escribir ficción, y lo realiza con la misma profesionalidad y entrega con la que lleva a cabo su faceta de psicóloga, entregando historias en las que tienen mucha importancia los entramados de la mente, y que hacen las delicias de los lectores. Una entrevista estupenda, con una entrevistada adorable, en la que se habla de temas tan fundamentales como son la búsqueda del equilibrio en un mundo histérico como este, o lograr que el miedo no se adueñe de nosotros, es la que podemos disfrutar para terminar esta temporada de TRAMO SEÑALIZADO. CONVERSACIONES CON PERSONAS APASIONADAS CON SU OFICIO. Después de leerla, seguro que me daréis la razón.
PREGUNTA. Marisa, ¿qué le lleva a alguien a optar por estudiar psicología? ¿Cuándo descubriste tu vocación de psicóloga?
RESPUESTA. Siempre me atrajo la Psicología. Era una de mis asignaturas favoritas en magisterio, la carrera que estudié en primer lugar, pero fue tras sufrir un episodio de ansiedad, que me di cuenta de que formándome adecuadamente, podría ayudar a personas que estuvieran pasando por lo mismo que yo pasé. Pero conseguir lo que quería no fue fácil: tuve que compaginar durante muchos años mi trabajo con secretaria de dirección y administrativa con los estudios de Psicología. Recuerdo como escondía los apuntes bajo mis papeles y los sacaba en cuanto tenía un hueco... Eso sí, ha merecido absolutamente la pena; ayudar a los demás con mi trabajo ha dado un nuevo sentido a mi vida.
El psicólogo nos ayuda a conocernos y a comprender cómo funcionamos, con el fin de desarrollar nuestra vida en consonancia con lo que uno quiere
PREGUNTA. Cada vez hay menos confusión sobre lo que es realmente un psicólogo. Pero, Marisa, apórtanos un poco más de luz: ¿cuál es la principal función de un psicólogo? ¿Qué puede hacer por todos nosotros?
RESPUESTA. El trabajo del psicólogo es complejo, ya que la mente humana es compleja. Cada persona es única, y su necesidades serán únicas y personales. Pero tratando de resumir: podríamos decir que el psicólogo nos ayuda a conocernos y a comprender cómo funcionamos, con el fin de desarrollar nuestra vida en consonancia con lo que uno quiere. El psicólogo acompaña a la persona en su proceso de cambio, ayudándole a enfrentar sus dificultades: en el papel de padres, con la pareja, con los conflictos o heridas vitales, entre otros. Por suerte, cada vez más, las personas piden ayuda cuando sienten que algo no va bien a nivel psicológico, y cada vez más se nos da la oportunidad de ayudar en este aspecto tan fundamental del ser humano. Eso de Mens sana in corpore sano cobra fuerza.
Hay que respetar a la persona tal y como es, porque es fundamental no juzgar desde tu propia perspectiva personal
PREGUNTA. ¿Qué valores debe tener un buen psicólogo? ¿Qué características debe tener para poder ayudar a los demás?
RESPUESTA. Al tratarse de salud, en este caso mental, creo que es necesario tener vocación de ayuda a los demás, de entrega para dar lo mejor de uno; y a veces con una entrega absoluta para conseguir la mejora de la persona. Pero sobre todo, considero que es fundamental tener empatía; la capacidad para entender el sufrimiento de los demás, de apertura al otro; y tener siempre también una actitud positiva. Hay que respetar a la persona tal y como es, porque es fundamental no juzgar desde tu propia perspectiva personal.
PREGUNTA. Marisa, ¿cuál es la mayor recompensa que obtienes a la hora de realizar tu trabajo? Y no me refiero a la remuneración económica.
RESPUESTA. Cuando un paciente te dice “me has ayudado”, sientes que todo el esfuerzo merece la pena. Hay mucho trabajo detrás de cada sesión, mucha formación complementaria, mucho buscar lo que le va bien a cada persona, y los progresos en terapia a veces son lentos, así que escuchar decir a un paciente que se siente mejor, no tiene precio para mí. Muchas veces pienso que, si el dinero no fuera necesario para vivir, haría mi trabajo sin cobrar.
PREGUNTA. Ahora mismo resides en Santander, y allí te dedicas a varios asuntos: responsable de psicología de la Clínica Avan; psico-oncóloga en AMUCCAM (Asociación de ayuda a mujeres con cáncer de mamá) en el hospital Marqués de Valdecilla, y eres además profesora asociada en la Universidad Europea del Atlántico. Tu trabajo con mujeres que sufren cáncer de mama es una experiencia muy especial, en la que el miedo y el dolor pero también la esperanza estarán muy presentes; es una labor de la que seguro te sientes muy satisfecha. ¿Qué aprendes o qué has aprendido de las mujeres aquejadas con este terrible mal? ¿Qué intentas lograr en ellas con tu labor?
RESPUESTA. Las mujeres de la asociación -“mis señoras” las llamo yo- son excepcionales. Piden muy poco: algo de comprensión, apoyo y acompañamiento en estos momentos tan difíciles, pero te lo devuelven multiplicado por mil. Recibo su cariño y agradecimiento en cada sesión, en cada llamada que me hacen, y esto lo llevaré conmigo para siempre. Es una de las experiencias más gratificantes que la vida me ha brindado. Ellas me enseñan cada día que uno puede reponerse a golpes tan terribles como este, y que, a pesar de estar pasando un momento tan malo, son capaces de seguir dando amor y cariño a su alrededor. Es muy común que su principal preocupación sea que su gente no sufra, así que mi principal objetivo es cuidarlas a ellas, estar a su lado y ayudarlas a vivir el proceso de la mejor manera posible. La parte psicológica es tan dura o más que la parte médica.
PREGUNTA. La docencia en la Universidad Europea del Atlántico. ¿Cómo te llegó la posibilidad de enseñar a los demás? ¿Qué te aporta la enseñanza?
RESPUESTA. La experiencia en la Universidad me la brindó la COVID. Dicho así suena un poco extraño, pero, en mi caso, la pandemia obligó a reducir ratios alumnos-profesor por clase, lo que hizo necesario ampliar el número de docentes y ahí encontré mi hueco. Aunque estudié magisterio, nunca me había planteado dedicarme a la enseñanza, pero he de reconocer que la experiencia me ha encantado. La enseñanza me ha dado la oportunidad de transmitir a mis alumnos la pasión por esta profesión y también aportar mi personal visión del trabajo terapéutico. Considero que es muy importante compaginar la parte teórica con la práctica, y que proporcionar tu experiencia a los alumnos les ayuda a comprender mejor esta profesión. Espero haberles ayudado en este aspecto.
PREGUNTA. Marisa, una vez escuché decir a alguien que todas las personas deberíamos ir a la consulta de un psicólogo como mínimo una vez al año. Creo que no le falta razón en un mundo actual en el que la ansiedad y la soledad son cada vez mayores, y los problemas psicológicos se reproducen casi como un virus. ¿Por qué es tan dañina esta manera de vivir que tenemos?
RESPUESTA. Vivimos un momento complicado. Estamos inmersos en la era de la inmediatez, de la belleza, de la juventud... Pero sobre todo en la época del "no puedo soportar mucho malestar" y, claro, la vida tiene momentos con sinsabores, de problemas, de frustraciones, de enfermedad.... Digamos que solo nos preparan para lo bueno: para disfrutar, para gastar, para divertirnos; y de la otra parte, de los inconvenientes, no andamos muy entrenados. Así que, en muchos casos, las dificultades desbordan a la persona porque no tiene herramientas para superarlas. El otro día leí por ahí algo sobre "La Generación de Cristal", y la verdad, considero que puede ser una buena definición. No es tan importante lo que nos pasa, sino cómo lo vivimos cada uno de nosotros.
PREGUNTA. ¿Cómo se consigue ser una persona equilibrada? ¿Qué debe poseer una persona para alcanzar ese equilibrio o esa serenidad que todos buscamos? Cuéntanos el secreto...
RESPUESTA. ¡Ojalá tuviera esa respuesta! De hecho no sé si hay un secreto o una clave para eso. Quizás el equilibrio se consigue cuando aprendemos a ser responsables de nuestra propia vida, de nuestras decisiones, y logramos mantener a raya nuestros miedos. Quizás la clave está en "madurar", pero vivimos en la sociedad que vivimos y es difícil abstraerse de ella. Creo que todos estamos influenciados por un tipo de vida que no ayuda a encontrar ese equilibrio, así que ese trabajo de su búsqueda puede llevarnos toda la vida.
Nuestro trabajo está destinado a enseñar a las personas a buscar la forma, "su forma", de enfrentarse a lo que les ocurre de una forma más sana
PREGUNTA. En una de sus tantas citas, Oscar Wilde decía que una de las cosas que define al ser humano es que casi siempre está sufriendo. ¿Estás de acuerdo? ¿Por qué sufrimos tanto, Marisa? ¿Somos seres destinados al dolor?
RESPUESTA. Pues en parte sí y en parte no. Como comentaba antes, la vida tiene muchos sinsabores y muchas situaciones que nos pueden causar mucho dolor, y eso no se puede evitar, pero de lo que hacemos con el sufrimiento sí que está en nuestra mano. La forma en que enfrentamos lo que nos ocurre determinará ese sufrimiento. Todos conocemos a personas que han sufrido reveses muy duros en la vida y que siguen adelante con una actitud admirable. Han conseguido vivir su dolor sin provocarse sufrimiento. Por eso, en muchos casos, nuestro trabajo está destinado a enseñar a las personas a buscar la forma, "su forma", de enfrentarse a lo que les ocurre de una forma más sana.
PREGUNTA. La Psicología también te ha servido para adentrarte en otra de tus grandes pasiones, que es la literatura, que es escribir. En 2016 publicaste la novela romántica con cierto tono de misterio Un cuento en Los Ángeles (Galeón Books), y en ella prestas especial atención a los motivos por los que los personajes actúan como lo hacen. También tienes una colaboración en 2017 con un relato corto en la antología Pucela negra y criminal (Ediciones Irreverentes). ¿Qué puede aportar la literatura desde el punto de vista de la psicología?
RESPUESTA. Para mí es fundamental adentrarme en las motivaciones, en las preocupaciones, en las sensaciones, en esa parte más psicológica de los personajes ya que de alguna manera busco despertar emociones en el lector. Al introducir esta parte más íntima, trato de que el lector conecte con sus propias emociones y eso le haga vivir la experiencia del relato de una forma más vital. Para mí leer ha de ser una experiencia que no te deje indiferente, y para eso tienes que sentir. Digamos que leer es una excelente forma de vivir otras experiencias, otras sensaciones, entender otros puntos de vista, y eso solo se puede conseguir indagando en la parte psicológica de los personajes. Con Un Cuento en Los Ángeles traté en todo momento de introducir al lector en la historia para que la viviera como en primera persona y disfrutar, ¿por qué no?, de una vivencia literaria especial. En Pucela negra y criminal, sin embargo, busqué que el lector descubriera poco a poco la solución al misterio, también sintiéndose parte de la historia.
PREGUNTA. ¿Te sientes más escritora que psicóloga, o más psicóloga que escritora? ¿Qué es la literatura para ti?
RESPUESTA. En este momento soy más psicóloga que escritora, pero en cuanto al sentimiento tendría muchas dudas. Creo que el escritor siempre tiene ideas en la cabeza y, aunque es algo que tengo un poco apartado por una cuestión de tiempo, cuando alguien me dice que ha leído mi novela y que la ha terminado en dos días porque no podía parar, me emociono. Siento que la historia se hace realidad cada vez que cae en manos de alguna persona y eso, para mí, es como llevar a la vida a unos personajes que se convierten en algo tuyo. Para mí la literatura es otra maravillosa forma de vivir.
PREGUNTA. Cuéntanos, Marisa, los proyectos literarios y vitales que tienes para el futuro.
RESPUESTA. En la actualidad estoy muy centrada en afianzar mi trabajo como psicóloga, ya que requiere de mucho esfuerzo y dedicación, pero tengo varias novelas en el cajón que sin duda me encantaría publicar en algún momento; espero que no muy tarde. Además, siento la necesidad de escribir algo desde mi punto de vista actual, desde lo que mi experiencia vital me ha proporcionado. Tengo esa inquietud porque yo nunca planifico lo que escribo, solo empiezo a escribir y las historias van tomando forma; yo siempre digo "que se escriben solas" y me sorprenden porque al principio son como piezas que parecen aisladas pero al final encajan perfectamente. Así que tengo la curiosidad de saber qué saldría de mi yo actual. Espero poder comprobarlo algún día.
PREGUNTA. Déjanos, Marisa, por favor, una frase o una cita, o varias, que a ti te parezcan esenciales y que deberíamos tener todos grabadas dentro de nosotros, y que nos ayudarían a seguir transitando el camino de la vida de la mejor manera posible.
RESPUESTA. Yo creo que lo importante es transitar por la vida saboreando el camino, y para eso puede ser útil esta frase de Henry David Thoreau, un escritor estadounidense que también, por cierto, era fabricante de lápices, y que dijo: “Lo importante no es lo que miras, sino lo que ves”. Para mí es muy importante porque finalmente no podemos cambiar lo que nos pasa pero sí la forma en que lo vivimos, y eso nos da una herramienta valiosísima: Libertad para vivir como nosotros decidamos.
Los seres humanos necesitamos tener un horizonte por el que luchar, y sentir que lo intentas, aceptando las derrotas, es lo que hace que la vida tenga sentido
PREGUNTA. Para terminar, Marisa, tú que eres una persona apasionada con su vocación, y que por eso estás en este espacio de entrevistas TRAMO SEÑALIZADO. CONVERSACIONES CON PERSONAS APASIONADAS CON SU OFICIO, ¿qué le dirías a alguien que duda en apostar por sus sueños, por ser quien es? ¿Merece la pena?
RESPUESTA. Yo le diría que los sueños puede que se cumplan o puede que no, la vida es incierta en muchas ocasiones, pero tener un objetivo, pelear y, sobre todo, esforzarse por conseguir lo que es importante para uno, siempre va a merecer la pena; aunque insisto, aún sabiendo que puede que no se consiga. Los seres humanos necesitamos tener un horizonte por el que luchar, y sentir que lo intentas, aceptando las derrotas, es lo que hace que la vida tenga sentido. He de decir que soy muy afortunada porque he cumplido muchos de mis sueños: el de publicar mi primera novela fue uno de ellos, y otros no (siempre quise cantar), pero sobre todo me quedo con que me he esforzado, arriesgado y sacrificado, y eso es lo que me hace sentir más plena, quizás como decías antes, en equilibrio.
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