Tramo Señalizado. Entrevista al poeta José Antonio Valle Alonso: La búsqueda de la luz verdadera que ilumina la Poesía
José Antonio Valle Alonso:
"La poesía tiene en sí el don de templar, de amansar el corazón feroz"
Por Jorge Alonso Curiel
La Poesía del zamorano afincado en Valladolid José Antonio Valle Alonso (Villamor de los Escuderos) es toda una experiencia esencial que nace directamente del alma y que viaja directamente al corazón de los lectores. Toda su obra es un grito de verdad emocionada y reflexiva, y que hace cierta aquella cita de Oscar Wilde de que quien toca un libro, toca a un hombre. Sus versos llenos de prodigioso talento y fino lirismo -porque el lirismo y la ternura se encuentran por toda su obra de una manera que logra provocar el estremecimiento de la alta poesía- hace que sus poemas no queden a nadie indiferente, y consigue que el lector sepa que se encuentra ante unos versos que aspiran a ser un canto que se quedan en el corazón y en la memoria, y que logran enriquecer sus vidas, convirtiéndose en una compañía que tiene la vocación de no engañar. José Antonio es un hombre cercano, que mira directamente a los ojos, que rebosa autenticidad, y cuyas manos se abren como las flores de la recién llegada primavera ante la bondad, la belleza y el esplendor que vive entre nosotros. Y su Poesía no es menos, porque resulta el elegante y tembloroso deslumbramiento lleno de humanidad de alguien que conoce las hieles, pero también de alguien que sabe de la oportunidad única que es el regalo de esta existencia. José Antonio sabe de vida, sí, y mucho de Poesía, también. Lo comprobamos en esta entrevista que TRAMO SEÑALIZADO ha tenido la suerte de realizarle.
PREGUNTA. Quisiera empezar preguntándote, José Antonio, sobre la esencia y el fin de la Poesía. Hay una cita del escritor Jean Keroac que dice que la Poesía es el cine que ven los ángeles. ¿La Poesía debe ser una creación tan estilizada y tan llena de belleza destinada solo a almas muy sensibles? ¿Qué es la Poesía, José Antonio?
RESPUESTA. Buenas tardes, Jorge. Como me has dicho antes de empezar la entrevista que no me cortase y dijera todo lo que quisiera, procuraré no hacerlo; te lo agradezco. Pondré mi conocimiento, mi sentimiento y mi verdad, porque no tengo el deseo de engañarme y engañar al lector, esta es mi condición cuando se me hace una pregunta que considero que debo contestar.
Me preguntas sobre la esencia y el fin de la poesía. La esencia de la poesía es la belleza entrañada en el amor. Sobre si la poesía debe ser una creación tan estilizada y tan llena de belleza destinada solo a almas sensibles, sí, pero no solo destinada a almas sensibles, sino a todas las almas por rocas que sean, porque la poesía tiene en sí el don de templar, de amansar el corazón feroz cuando se encuentra en la más profunda soledad. Y respecto al fin de la poesía, ¿para qué sirve?, para alimentar el alma.
Quiero señalar que esta pregunta que me haces es la pregunta de las preguntas. ¿Qué es la poesía? La pregunta eterna. Puedo hacerla extensiva y debo hacerla, ya que la ocasión lo requiere. La poesía es la propia vida, de donde bebió la filosofía. Y brota en cualquier poro. Es la belleza, claro; las más de las veces está oculta como el sentimiento más preciado, entre los párpados del amor, y hay que sacarla a la luz, a veces de los escombros de la propia existencia, de entre las espinas del dolor, de la pena, o de entre el iris de la alegría. Hay poesía en obras maestras creadas por el hombre. Pongamos un ejemplo en la música: en la bellísima composición Adagio, de Albinoni; es un tempo larguísimo, de un latido profundo. Hay poesía también en la escultura: tomemos como ejemplo Los emigrantes, de Rowan Guillespie, en La gran Hambruna de Irlanda, en los años 1845-1850; se diría que son unas figuras que avanzan colgadas de la noche, sin sueños, con el alma apagada, con el verso quebrado. Poesía en la pintura: no puede faltar esta bellísima obra, este nocturno de amor sutilísimo, de contemplación, Noche Estrellada, de Van Gogh, pintada desde su ventana en el Sanatorio de Saint Rèmy, de Provence; meses después se suicidaría. O La Creación del Hombre, de Miguel Ángel, o, como se la conoce mejor, La Creación de Adán. En el año 1511, basado en el Primer Capítulo Bíblico, el Génesis, pintada en la Capilla Sixtina, en el alto de los techos del Vaticano, es una imagen sumamente hermosa y de una ternura entrañable, un manantial de poesía, porque mezcla muchos aspectos de la vida, como la supuesta creación del primer hombre por Dios. Y en las obras creadas por Dios, infinita poesía en la naturaleza: simplemente cuando en primavera, sales de casa y en el jardín, a la puerta, ves que ya ha florecido el cerezo, los ojos se te llenan de alegría por esa inmensa belleza natural, que te inunda el instante de amor, de comunión con esa inmaculada realidad, donde los versos vuelan a hacer nido al regazo de las pupilas. O en el invierno, en una montaña nevada, o en una noche invernal, en el dolor de sentirte en la soledad más íntima, sin poder agarrarte a la vida, allí en las últimas horas, en la oscuridad del tiempo que no vuelve, en los abismos de la tierra, claro, ahí hay poesía: en las entrañas de esos instantes, sientes que la poesía te está abrazando, que la estás haciendo tuya, tu última compañía, la poesía es amor. Sí, la poesía es la esencia de la vida. Cuando en el jardín temprano, el paso de los años nos va floreciendo la nieve en los linderos del camino, y el alma va palideciendo, bajo las nubes tristes del ocaso, de esa memoria que te sigue, para llamar por su nombre a las ausencias que llenaron tus sueños de alegría, y que, a veces, basta con un suspiro para crear un borrón en tu huella íntima, esa que entra contigo a hacer noche, en el silencio sepulcral del amor, que todo lo abraza. Eso, eso es poesía.
Por su parte, la poesía escrita hay que buscarla en las raíces profundas de la semántica lingüística.
PREGUNTA. Tienes una larga y rica trayectoria como poeta. Muchos poemarios publicados, varios y prestigiosos premios literarios, reconocimientos, participaciones en encuentros poéticos... ¿Cómo y cuándo descubriste tu vocación de poeta, de escritor? ¿Qué hizo que te decidieras por este camino tan maravilloso?
RESPUESTA. Desde muy joven tuve el amor a la lectura. Y un buen día sentí la necesidad de escribir poesía -tuve la corazonada de que la llevaba dentro de mí- para poder verme al otro lado del espejo a través del otro yo, ese que va a la sombra, el poeta, para traerme la luz de cada día, la verdadera luz del alma, y con el tiempo la hice mía, mía inseparable de por vida.
PREGUNTA. Hemos dicho que has conseguido algunos destacables premios literarios y reconocimientos, has tenido suerte en este terreno. Entre otros el Premio Nacional de Poesía Jorge Manrique, el Premio Nacional de Poesía del Ateneo de Valladolid, las Justas Poéticas de Dueñas en varias ocasiones; o los reconocimientos como la Medalla Juan de Baños o el Bautismo de Recuerdo que otorga la Casa Zorrilla de Valladolid por tu trayectoria literaria. Hay algunos escritores que opinan que los premios literarios no deberían existir porque la Literatura no es ninguna competición, o que al menos no se les debería dar tanta importancia. ¿Cuál es tu opinión acerca de esto? ¿Qué han supuesto los premios para ti y para tu carrera como poeta?
RESPUESTA. Ir a la zaga de un premio, aunque no tenga un gran valor económico o que no transcienda a la gran masa social, es un aliciente, una ilusión para intentar mejorar tu poética y entrar más de lleno en la perfección posible de la forma y del contenido. A todos nos da alegría cuando has mandado tu obra y te llaman por teléfono para anunciarte que ha sido elegida, que has sido el ganador; significa que no has hecho tan mal tu trabajo, y sigues para reafirmarte y seguir intentando superarte por tu amor propio, al menos esa ha sido mi manera de sentirlo, de concebir los premios.
PREGUNTA. Sé que te gusta escribir y leer por la noche. Para ti la nocturnidad es el momento de la creación, de la emoción. ¿Qué te concede la noche que no te regala el día para sentarse ante la hoja en blanco?
RESPUESTA. El silencio de la noche siempre me ha sido grata compañía para centrarme a solas con el otro yo, el poeta. Y ahí siento la lucidez para ponerme a escribir, a darle vida propia a mis sentimientos envueltos en un sutil velo sugerente hechos poema para que vuelen a la libertad más allá de mis cuatro paredes, más allá de mi corazón.
PREGUNTA. Has sido coordinador y vicepresidente del Grupo Poético San Juan de Baños, y también durante más de tres décadas hasta su clausura en el 2018, con cuarenta y dos años de actividad y 2500 actos, del Grupo Literario Sarmiento junto con el poeta Andrés Quintanilla, Presidente Fundador, y con la poeta Araceli Sagüillo, Presidenta y cofundadora junto con Andrés Quintanilla Buey, un espacio ya mítico de encuentro, poesía y comunicación en el que cada viernes, en la sede del BBVA de la calle Duque de la Victoria, se invitaba a un poeta reconocido o prometedor (de cualquier parte de España y hasta de fuera de nuestro país) para que hablara de su poesía y de sus libros, y recitara sus versos. ¿Por qué un espacio de entendimiento y literatura como fue 'Los Viernes del Sarmiento' se convirtió en algo tan especial y respetado no solo en España, sino también internacionalmente?
RESPUESTA. Por la seriedad, el saber y la responsabilidad con la que llevaron siempre esta empresa cultural los fundadores, y la gran humanidad con la que se acercaron siempre a los que tuvieron -tuvimos- la suerte de pasar por ella, y yo para quedarme, y hacer un camino feliz de esta aventura literaria y poética hasta su clausura, siempre con el alma embebida de versos… de sueño en sueño.
La poesía debe ser entendible, porque creo que la poesía no se debe explicar
PREGUNTA. Hemos dicho que tienes en tu haber una larga lista de poemarios publicados, citarlos todos nos llevaría mucho tiempo. En todos ellos la calidad poética brilla en todo su esplendor, con un estilo lleno de elegancia, profundidad y belleza, en el que se logra una fina estilización por medio de una mirada asombrada, emocionada y tierna, también reflexiva, que observa la realidad que nos circunda (la naturaleza también está muy presente) y por los hechos que el poeta vive, ha vivido o hasta sueña. Hace un tiempo dijiste que concibes tu poesía como "entendible, personal y transcendente", ¿sigues pensando lo mismo?
RESPUESTA. Que concibo mi poesía como entendible, personal y transcendente, sí. Y he dicho que la poesía debe ser entendible, porque creo que la poesía no se debe explicar: la poesía nace envuelta en un velo de intimidad, desnuda, sí, pero envuelta en un sutil velo sugerente. La poesía es luz, luz verdadera, sin necesidad de argumentarla, de dilucidarla. La poesía debe ser entendible, y si se enciende la luz de los sueños, original -nunca desflorar los jardines ya creados, más allá de tus lindes-; hay que explorar dentro de ti y hacer que nazca la belleza al amor de la inspiración...
PREGUNTA. Tu penúltimo poemario se titula Fiebre en la huella (Ediciones Vitruvio, 2018). ¿Qué se puede encontrar el lector en este libro, José Antonio?
RESPUESTA. Fiebre en la huella es un poemario con un halo metafísico. Es una reflexión sobre la propia existencia. Se trata de un poemario que sugiere a través de las metáforas, lleno de mensajes del corazón, que van más allá de las cosas, que van al epicentro del ser; un poemario que se adapta a la temperatura de cada uno. Es un libro febril; el título lo delata. Tanta fiebre que lleva al delirio en gran parte de sus poemas. Es una poesía que se enciende, que se convierte en algunos casos en volcán… Es amor genérico lleno de nostalgia acumulada donde en cada verso voy caminando por la orilla del alma, dejando mi huella. De ahí el título del poemario, Fiebre en la huella.
PREGUNTA. Carpe Diem Nocturno (Ed. Vitruvio, 2020) es tu último poemario publicado hasta ahora, compuesto por sesenta y cinco poemas. Es un libro sobresaliente, escrito en estado de gracia. Pero es también un poemario muy especial: son versos crepusculares, de recapitulación de una vida una vez que se ha llegado a una determinada edad en la que ya se han vivido muchos hechos importantes, y cuando ya no se espera sentir de la misma manera los que queden por vivir, aunque hay que decir que no desaparece cierta esperanza, y con un consejo que nos aclara el mismo título del libro Carpe Diem, la máxima latina que aconseja vivir el momento, el presente, cada segundo que nos concede la existencia. Es un libro que resume una vida. Un libro repleto de temblores, de estupor por el irremediable e insoportable paso del tiempo, de incertidumbre, por el que el frío del invierno recorre cada una de sus páginas, en los que sus versos gritan en contenida, tierna y delicada desesperación. Un poemario que parece escrito desde el silencio, por el silencio que provoca la fugacidad de la vida y el recorrido del camino. José Antonio: el lector, al leer estos versos, puede pensar que la oscuridad y ese silencio, e incluso el dolor, se han apoderado de tu territorio, ¿qué puedes decirles?
RESPUESTA. No, no se han apoderado de mi territorio. La oscuridad, el silencio y el dolor conviven conmigo; pero también la luz, la paz y la alegría: todo cuanto nos acontece nos deja huella, es el amor que pasa y templa nuestro corazón en lo bueno y en lo malo, y en todo está la poesía, claro, para eso están los ojos del poeta, para mostrarla al mundo.
PREGUNTA. Quisiera destacar de Carpe Diem Nocturno uno de sus poemas, el número dos, titulado "¿De dónde vengo?". Este precioso poema resume perfectamente el espíritu del libro, lo explica. /¿Dónde la madreselva?/ ¿Dónde el abrazo?/ [...] /Y empiezas a pensar/ ¿de dónde vengo?/ Si ayer era domingo por la tarde/ y tenía las ansias de la vida/ selladas con los labios, para que no se fueran/. El irremediable paso del tiempo, tempus fugit, el tiempo como esa arena que se nos escapa entre los dedos hacia no sabemos dónde, y la reflexión y la incomprensión que todo esto nos provoca. José Antonio, hay otros temas esenciales de los que habla la literatura, pero este es uno de los más relevantes. ¿La literatura es la única que tiene el poder de atrapar el tiempo?
RESPUESTA. El tiempo vive envuelto en la literatura, el tiempo es inamovible, la literatura pasa por él y lo viste del color del sentimiento con el que lo nombras.
PREGUNTA. Hay otro poema en el libro, el número doce, titulado "Y tiemblas", en el que la herida por el increíble milagro de la vida de unas violetas en el más crudo invierno de enero hace estremecerse al poeta por la caducidad, por lo efímero de su tiempo. Es un ejemplo de la ternura y el dolor que están diseminados por todo el libro, por este libro excepcional. /Es muy temprano, es enero y tiemblas/ porque pueden morírsete en las manos./ Alzas los hombros en señal de pena/ y te dejas llevar al abandono./ Pero haces una mueca y te resistes,/ intentas engañarte, pasar página,/ y acuden a tu mesa tras los párpados/ sobre el papel en blanco derramadas/ en una catarata./ ¿Por la belleza, el poder de la belleza, y por el poder de crear vida merece este paso nuestro por este mundo?
RESPUESTA. Rotundamente sí. La belleza es la emoción con que se mira la vida. Recordemos que los ojos de una madre ven a su hijo el ser más bello del mundo, es el poder absoluto. De este paseo nuestro temporal hablo en el preludio de Carpe Diem: Vive la vida lo más entrañable, lo más ampliamente en un vuelo de sueños hasta el mínimo tramo… y hasta el infinito. Llena de luz el alma en cada amanecida. Y acércate a la fuente de la memoria, de la nostalgia, para saciar la sed que crece hasta tus ojos. Yo sé que la pena sube hasta la herida a soñar; y yo sé también que queda hendida en el lagrimal.
La vida no es solamente un sueño; la vida sin sueños sería una vida estéril, sería el vacío, la oscuridad, el caos, la destrucción del ser, la muerte
PREGUNTA. A pesar de todo, José Antonio, vamos a mirar al futuro. ¿Qué planes tienes en lo literario y en tu vida?
RESPUESTA. Nunca he hecho planes en lo literario, porque sé que van surgiendo los acontecimientos y con ellos van brotando los poemas que van arraigando en los sueños. Yo solo tengo que darles forma como un escultor delante de un leño o de una roca, sacar el alma que ahí habita y darle luz.
PREGUNTA. Para terminar, José Antonio, la pregunta con la que cierro siempre las entrevistas. Tú que eres una persona apasionada con su vocación, y que por eso estás en este espacio de entrevistas TRAMO SEÑALIZADO. CONVERSACIONES CON PERSONAS APASIONADAS CON SU OFICIO, ¿qué le dirías a alguien que duda en atreverse por apostar por sus sueños, por ser quien es? ¿Merece la pena?
RESPUESTA. La vida es una apuesta perenne por los sueños, por verse a través de ellos y realizarse. Claro que merece la pena, porque la vida no es solamente un sueño; la vida sin sueños sería una vida estéril, sería el vacío, la oscuridad, el caos, la destrucción del ser, la muerte. Y reitero, la poesía es la vida, la poesía es el alimento del alma. Muchas gracias, Jorge Alonso, por tus preguntas para Tramo Señalizado.
Gracias por leer la entrevista a José Antonio Valle Alonso, magnífica tanto por el entrevistador como por el entrevistado mi enhorabuena. Y sí, estoy totalmente de acuerdo con el poeta cuando afirma que la poesía no hay que explicarla. Coger un libro entre las manos,abrirlo y leer su poesía, si nos emociona su mensaje poético es comunión con el autor y entonces, eso traspasa el tiempo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tus palabras, Natividad, eres muy amable. José Antonio es un poeta de mucha altura literaria, y una buena persona, y merece esta entrevista y muchas más. No quise perderme la oportunidad de conversar con él de Vida y Literatura. Un fuerte abrazo.
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