El Gran Aniversario
El Gran Aniversario
Por Jorge Alonso Curiel
Un 12 de julio como hoy de hace 29 años, de 1993, ocurrió algo que nunca podré olvidar. Tenía 17 años, y ese día decidí que mi camino iba a ser el convertirme en escritor. No podré olvidar aquella tarde, en aquella habitación ya rodeada de bastantes libros, de aquella casa en la que vivimos algunos años en Valladolid, en la que me dije a mí mismo que todo este asunto me lo iba a tomar muy en serio porque no me imaginaba mi futuro sin la creación literaria y con todo lo que tuviera que ver con ella. Pero no solo con la literatura, incluí también el cine, en su vertiente escrita que en hacer películas. Ese 12 de julio de 1993 nació un escritor, o al menos el intento de convertirse en uno.
En estos 29 largos años ha habido de todo. Miles de horas de lectura, millones de papeles emborronados que fueron a la papelera, diferentes trabajos, muchas personas que he conocido, mujeres que compartieron momentos de mi vida, incontables frustraciones, bastantes alegrías y asuntos inolvidables, compañeros que se han vuelto imprescindibles, y también once libros ya publicados, participaciones en antologías, colaboraciones en prensa, premios conseguidos; y todo para convertirme en alguien que respeta a los demás, que quiere el bien ajeno, y en alguien que ama su vocación y su oficio de una manera casi obsesiva. No soy más que una persona que mira el mundo y que se sumerge en él para intentar hacer felices a los que me rodean y para conseguir serlo también uno mismo, y que lo hace desde la posición de un creador.
29 años ya, y continúo con las mismas ganas y la misma ilusión de entonces, y creo que más fuerte y más decidido incluso, ya que muchas de las dudas y miedos de cuando se tiene menos edad se han disipado. Con el tiempo se debe ganar en seguridad, en paciencia y en comprensión, y creo que vamos por buen camino.
Dicen que lo mejor está siempre por llegar, y yo también lo creo. Seguiremos mejorando, disfrutando, creciendo con todas las decepciones, y miraré tranquilo y esperanzado todo lo que queda por vivir. La literatura me ha regalado muchas cosas, y deseo que no se canse de ser tan generosa conmigo. Hay muchos 12 de julio por disfrutar, no tengo ninguna duda.
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