SEMINCI 68 Edición: Segunda Jornada (domingo). Sección Oficial

 

Teatro Calderón. Sede central de la Seminci.  Foto Alonso Curiel

SEMINCI 68. Segunda Jornada (Domingo). Sección Oficial

                                   Por Jorge Alonso Curiel

Mañana y tarde soleada y noche lluviosa en Valladolid este pasado domingo, en la segunda jornada de la SEMINCI. Dos películas españolas, una de Gran Bretaña y la segunda ronda de cortometrajes a competición de la sección oficial.

Que nadie duerma, adaptación de la novela homónima de Juanjo José Millás, fue la primera en proyectarse en pase de prensa a primera hora de la mañana. Tercera cinta de Antonio Méndez Esparza (1976), esta coproducción española-rumana cuenta la historia de Lucía (Malena Alterio), una mujer madura y soltera de vida anodina y gris que pierde su trabajo como programadora informática al desfalcar el jefe y propietario muchos millones, y partir de aquí su vida cambiará radicalmente al reinventarse como taxista y al enamorarse de un atractivo y misterioso actor.

La cinta adapta con acierto la novela de Millás, y refleja su mundo narrativo tan particular en el que brilla la extrañeza que surge de lo cotidiano y que con tanto atractivo plasma el escritor en sus novelas, en sus relatos y en sus llamados articuentos. Lucía es una mujer sin demasiados atractivos, una perdedora a la que parece que la realidad le muestra su lado más sarcástico y grotesco, y también cruel, interpretada con mucho acierto por Malena Alterio, en uno de sus grandes y mejores papeles protagonistas en el cine, insuflando la naturalidad, cercanía, bondad y la perplejidad que el papel necesitaba. También están a la altura Aitana Sánchez-Gijón en su papel de una productora teatral que sorpenderá a la protagonista, y Rodrigo Poisón encarnando al actor del que cae rendida Lucía.

El director flanqueado de las dos actrices protagonistas en la rueda de prensa. Foto Alonso Curiel

"Fue un proyecto largo; se empezó a fraguar desde diciembre de 2018", dijo Malena Alterio en la posterior rueda de prensa en La Sala de los Espejos del teatro Calderón. "Leí la novela y pensé que no se llegaría a hacer. Vi que era un proyecto demasiado grande". En cuanto al rodaje, la actriz afirmó que rodar con Antonio Méndez Esparza es muy fácil, "confiaba mucho en Antonio", porque da mucha libertad a los actores: "Tiene una manera muy especial de dirigir. Volvía cada día a casa sin saber lo que estaba haciendo". La actriz también explicó que su papel "se fue construyendo según se hacía" y que ha sido un trabajo "muy especial para mí".

Que nadie duerma, esta versión tan particular de Taxi driver y de Joker, es una estupenda película, que interesa, sorprende y conmueve al espectador por su sencilla, divertida e inquietante manera de mostrar los sorprendentes y también mezquinos rostros de la realidad y de los seres humanos.  Una potente farsa con un destacable guion firmado por Méndez Esparza y Clara Roquet que, incluso, reflexiona sobre la ficción y la metaficcion (tan habitual en Millás) y sobre la precariedad laboral. Muy recomendable.

Sobre todo la noche: El robo de niños en España

Otra cinta española se proyectó en la mañana del domingo. Sobre todo de noche, la ópera prima de Víctor Iriarte (1976), tras haber dirigido un cortometraje y el documental Invisible, es un relato duro, directo, cortante, oscuro y trágico sobre el robo de niños que se practicó muchos años en España. Cuenta la historia de tres personajes: Vera (Lola Dueñas), cuando era joven, no pudo hacerse cargo de su hijo y lo dio en adopción; y tiempo después, cuando quiso saber su paradero, las instituciones le dijeron que su expediente había desaparecido. Aquel niño, Egoz (Manuel Egozkue), va a cumplir 18 años, y ha sido criado por Cora (Ana Torrent), una profesora de piano a la que dijeron que la madre había muerto en el parto. Ahora estos tres personajes van a encontrarse.

La cinta comienza con buen pulso, atrapa la primera media hora de la película con las peripecias de Vera para venganse del sistema y conseguir el expediente de su caso, en una clara y dolorosa crítica a las instituciones y al poder que ocultaron y ocultan el robo de niños. Pero la cinta decae y deja de interesar al decidir el director cambiar el rumbo de la historia y volverla totalmente intimista, cuando lo más recomendable hubiera resultado continuar por el camino del thriller. Una película que podía haber sido mucho más. De todas maneras, hay que valorar y destacar que el director haya  tratado y puesto en imágenes un tema tan difícil y doloroso como este. 

How to have Sex: La diversión de tres adolescentes

Y el último largometraje a competición fue otra ópera prima, How to have Sex, de la joven directora británica Molly Manning Walker (1993), conocida como directora de fotografía en distintos films, además de haber dirigido el corto 2020 Good Thanks, you?, que fue seleccionado en la Semana Internacional de la Crítica de Cannes.

Para su debú en el largometraje narra el viaje de tres chicas británicas adolescentes a la localidad griega de Malia, un lugar de fiesta sin fin, para pasar el verano de sus vidas. Allí conocerán a un par de chicos con los que seguirán la juerga, y toda esta experiencia casi salvaje les servirá para iniciarse en la edad adulta.

Ganadora de la mejor cinta en Un Certain Regard, el film muestra con todo detalle las peripecias de estas chicas, que exprimen la noche todo lo que pueden. Pasarlo todo lo bien que puedan es su fin, y lo consiguen, pero también lograrán conocerse mejor a ellas mismas. Un film que se ve con agrado, con cierta gracia, con destacables trabajos de las protagonistas, pero a la que le falta mayor profundidad.