Crónica Primera Jornada PUFA (Pucela Fantástica). Sección Oficial a Concurso. Lunes 1 de julio.
Foto Alonso Curiel |
Arrancó este lunes 1 de julio la I Edición del Festival de Cine Fantástico y de Terror de Valladolid que se celebra en los cines Broadway hasta el sábado 6 de este mismo mes
Ideado por la Asociación Cultural 'No es cine todo lo que reluce', comenzó este festival que "apuesta por un cine de calidad que no esté reñido con la diversión y el entretenimiento", según palabras de la organización, y que presta "especial atención a obras de carácter independiente e innovadoras que arriesguen en su acercamiento al fantástico". Además, pretende ser un espacio para mostrar a los espectadores muchas de estas películas que, a pesar de que este género está viviendo "un momento dulce", no encuentran un lugar de exhibición. Este primer año, el festival está dividido en Sección Oficial a concurso de largometrajes y cortometrajes, la Sección Akelarre (fuera de concurso) y proyecciones especiales.
Kill Boy, la ópera prima del alemán Moritz Mohr (1981), fue el largometraje que inauguró el festival fuera de concurso. Una coproducción alemana, sudafricana y norteamericana que es una descarga de adrenalina, con un estilo visual de videojuego de acción de los años 90 y que recuerda a Kill Bill o John Wick. Se trata de una historia de venganza protagonizado por Boy, un joven sordomudo de dramática infancia que, tras un período bajo la tutela de un chamán que le prepara para ser una 'auténtica máquina de matar', impondrá justicia junto a un curioso equipo de vengadores para vencer a la familia Van del Koy, quien tiene a la población atemorizada. Cinta de pura acción, vertiginosa, muy entretenida, puro cine palomitero de artes marciales mezclado con cierto humor, que es también un homenaje y una vuelta de tuerca a la Serie B, y que hace pasar un buen rato.
La primera película de Sección Oficial a concurso fue Al Impenetrable, la ópera prima de la directora argentina Sonia Bertotti (1984). También docente universitaria, dirigió videoclips y cortometrajes antes de debutar en 2023 en el largo con esta historia angustiosa que narra las peripecias de tres jóvenes (una mujer y dos hombres) que se internan en una comunidad Qom, en el Impenetrable Chaqueño argentino, para realizar un programa de televisión que refleje las paupérrimas condiciones en las que vive su población. Pero un día descubrirán que estas personas han desaparecido misteriosamente, y a partir de entonces la situación se complicará y vivirán una verdadera prueba de supervivencia en medio de la naturaleza.
Una cinta interesante en su planteamiento, con aspectos destacables como la mirada social y crítica, la naturaleza y la comunidad Qom como protagonistas y la presencia de un enemigo que no se ve, fuera de campo, que acecha a los tres jóvenes. La película hubiera requerido mayor profundidad en el guion y en los personajes, y por eso el resultado es un relato de ecoterror correcto, liviano, con la clara influencia de El Proyecto de la Bruja de Blair, que promete más de lo que ofrece; sabe a poco.
Otra ópera prima fue el siguiente film proyectado de la Sección Oficial a concurso. Stopmotion, del británico Robert Morgan (1974), exitoso y premiado director de cortos de animación, que en su primer largometraje no se olvida de ello y entrega una inquietante y perturbadora cinta de terror psicológico, una auténtica pesadilla, que recuerda al mundo cinematográfico de Polanski y David Cronenberg. Cuenta la historia de Ella, animadora de stopmotion, cuya vida cambiará drásticamente al sufrir su madre, una reputada artista de este tipo de animación con la que además trabajaba, un ictus y caer en coma. Ella decidirá, entonces, abordar su primer proyecto personal, una oscura película de marionetas, y esto le hará vivir cosas que no esperaba.
No deja indiferente esta desasosegante y turbia película, visualmente tan cuidada como impactante, que trata sobre las debilidades (traumas, enfermedad) que encierra nuestra mente, la imaginación y el poder de la ficción. Una estupenda cinta en la que hay que destacar también la dirección de fotografía, montaje y efectos de animación que fue aplaudida al final de la proyección.
También tuvo lugar la primera sesión de cortometrajes a concurso. Todos de producción española, se pudieron ver: La Calima, de Isaac Berrocal Bravo; Mi zona, de Cristian Beteta; Intercanvi, de Alberto Evangelio; No hay que hablar con extraños, de Imanol Ortiz Lopez; Óbito, de Fernando Amador; No Bajes de la cama, de Héctor García; Los Cómplices, de Alberto Evangelio, y Bebé, de Allan J. Arcal.
¡¡Interesantísimo!!
ResponderEliminarQué maravilla que la capital cuente por fin con algo tan mágico pero que, tristemente, y por desgracia, no se le presta la atención que merece.
Ojalá esta sea la primera vez de tantas y, con el tiempo, se convierta en evento anual.
Estaré atenta a tus crónicas diarias . Me apunto Stopmotion para verla cuanto antes.
¡¡Enhorabuena, y disfruta todo lo que puedas!! 💋
¡Muchas gracias, Jezabel, por tus palabras! Ojalá, como dices, que se convierta en un festival de referencia como la Seminci en Valladolid. Muchas gracias por leer las crónicas. ¡Un fuerte abrazo!
Eliminar