Luciano Berriatúa: Premio Nacional de Patrimonio Cinematográfico y Audiovisual 2025

Luciano Berriatúa

Luciano Berriatúa: Premio Nacional de Patrimonio Cinematográfico y Audiovisual 2025 

 

El Ministerio de Cultura de España reconoce su trayectoria dedicada a conservar, restaurar, investigar y difundir el patrimonio cinematográfico 


Dotado con 30.000 euros, el premio le ha sido concedido por “su incansable, coherente y entusiasta dedicación a la recuperación y difusión de películas y del material documental que las acompaña”, asegura el fallo del jurado.  

También subraya la amplitud de su trabajo: desde la preservación y restauración de películas, hasta la investigación académica, la docencia, y la difusión, tanto en el ámbito del cine español como internacional.  

Logros emblemáticos: devolver al cine silencios y colores olvidados 

Varios hitos en la carrera de Berriatúa ilustran bien la magnitud de su compromiso: 

  • Ha sido pieza clave en la restitución de Nosferatu (1922), devolviéndole no solo su estructura narrativa, sino también elementos visuales originales como los tintes.  

  • Otro proyecto notorio: Campanadas a medianoche (Orson Welles, 1965), restaurada y exhibida en Venecia en 2009.  

  • Uno de los retos más recientes y complejos: la restauración de Érase una vez… (1950), largometraje cuya recuperación costó años de trabajo (2014-2022) para recuperar sus colores originales.  

 

La restauración como disciplina 

Para Berriatúa (Madrid, 1946), restaurar cine no es solo devolver imágenes antiguas a un estado visible. Es reconstruir memoria, contexto, entender tecnologías pasadas y tomar decisiones con rigor documental. El jurado lo valora por su “investigación documental exhaustiva y rigurosa para apoyar las decisiones de restauración”.  

Además, ha colaborado con instituciones de peso como Filmoteca Española, Filmoteca de Catalunya y la Fundación Murnau-Stiftung para llevar a cabo restauraciones que son tanto patrimoniales como internacionales en su proyección.  

 Formador de restauradores

Otro de los aspectos señalados por el jurado es su papel como docente y formador: Berriatúa ha impartido clases en la Universidad París 8, así como en España, por ejemplo, en Córdoba, o en la Escuela Elías Querejeta. 

Su aportación bibliográfica también refuerza el conocimiento técnico, histórico y cultural del cine, elevando la restauración de una tarea técnica a una disciplina con conciencia crítica.  

¿Por qué importa este reconocimiento? 

España y el cine internacional enfrentan el desafío de conservar un patrimonio audiovisual que, por su naturaleza material (fotografía, película, emulsiones antiguas, coloraciones físicas, negativos vulnerables), es frágil. Proyectos como los de Berriatúa no solo permiten que películas clásicas estén accesibles a nuevas generaciones, sino que preservan testimonios culturales, estéticos y sociales irremplazables. 

Además, este premio sitúa de relieve la necesidad de políticas públicas, infraestructura adecuada (archivos, catalogación, restauración, difusión) y la colaboración internacional para proteger colecciones, evitar pérdidas irreparables, y asegurar que el cine no se desvanezca en el olvido y en el tiempo.

Una carrera multidimensional 


  • Ha sido productor, director, director de fotografía, además de restaurador, investigador, docente.  


  • Comprometido con la restauración del cine mudo, con la recuperación de obras olvidadas, de películas cuyos originales estaban dañados o perdidos por completo o casi por completo.

  •  

Mirando adelante: tareas por hacer 

Aunque premios como este reconocen trayectorias, la conservación cinematográfica aún enfrenta retos importantes: 

  1. Digitalización + conservación física: los materiales físicos se deterioran, los digitales pueden volverse obsoletos si no hay normas, almacenamiento seguro, migración de formatos. 

  1. Acceso y difusión: no basta con restaurar; hace falta que las obras lleguen al público. Que no estén confinadas en archivos inaccesibles. 

  1. Reconocimiento institucional y financiero sostenido: restaurar cuesta; requiere equipos, salas especiales, tecnologías, especialistas. Políticas que acompañen en tiempo (no solo proyectos puntuales) son críticas. 

  1. Formación continua: como ya lo ha hecho Berriatúa, pero será necesario multiplicar los cursos, especializaciones, alianzas internacionales. 

 

El Premio Nacional de Patrimonio Cinematográfico y Audiovisual 2025 reconoce a Luciano Berriatúa no solo como restaurador, sino como un testigo de la historia, un investigador de formas y colores, un profesor de memoria, y un custodio necesario en un mundo en el que lo efímero amenaza con barrer las imágenes de lo que fuimos, la presencia en el tiempo. Su trabajo nos recuerda que el cine no es solo entretenimiento. Es también archivo, testimonio y arte.  

 

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