Crítica de "Diamante en bruto": Una influencer en busca de sus sueños

Se estrena en salas españolas Diamante en bruto, la ópera prima de la francesa Aghathe Riedinger, una cinta que logra conmoverme, y seguro que lo consigue en muchos espectadores más.

Escrita por la propia directora, cuenta la historia de Liane, una atractiva y decidida joven de 19 años que quiere triunfar y "ser alguien" para salir de una vida aburrida y conflictiva en un pueblo de la periferia del sur de Francia, donde vive con una madre algo perdida y su hermana pequeña a la que adora. Se gana la vida como puede, y también es una influencer con muchos seguidores en las redes sociales a los que esconde su verdadera y triste realidad. Para salir de esta situación, su deseo es convertirse en una concursante de un famoso reality show, y hará todo lo que esté en su mano para conseguirlo. ¿Lo logrará?

La cinta plasma con verdad, y proponiendo una reflexión, el mundo de apariencias en el que vivimos y en el que parece que seguiremos  viviendo. La imagen y las redes sociales lo son todo, y la directora muestra su preocupación sobre ello, sobre ese espacio virtual donde nos mostramos para destacar, gustar, conseguir cosas y ser queridos. Pero la película no es solo esto, es mucho más y muy interesante: muestra la peripecia de una auténtica y ambiciosa luchadora, de una superviviente que se deja la piel por sus sueños y que parte desde la pobreza para conseguir prosperar en un mundo competitivo que te invita, o te obliga, a ser un triunfador. Es una historia de superación en el mundo infantil de máscaras y vacío de las redes sociales, donde triunfar es sobre todo hacerlo con una imagen elaborada y tal vez poco veraz, pero que es el mundo en el que nos toca movernos, aunque no nos guste.

Malou Kkébizi, interpretando a la joven protagonista, logra un trabajo portentoso. Es de esas ocasiones en la que se piensa que una actriz no puede estar mejor. La joven consigue que empaticemos desde la naturalidad y el dramatismo con este personaje lleno de fuerza, decisión, valentía, vulnerabilidad y vida. Más verdad y humanidad es casi imposible. 

Una cinta de carácter social, potente, con un ritmo altísimo que no deja ni un respiro al espectador. Una ópera prima que merece mucho la pena.