IMPOSIBILIDAD DE CAMUFLAJE. Amistades

         IMPOSIBILIDAD DE CAMUFLAJE 


                          AMISTADES


                                          Foto Vanitatis


                                 Por Jorge Alonso Curiel 


"Mis jugadores son mis amigos". Esto asegura Carlo Ancelotti, y mira que es difícil conseguir que los jugadores sean amigos de su entrenador, o al menos que lo sean algunos. Parece que ese es el secreto de este hombre que allá por donde pasa, solo deja buen recuerdo y muchos amigos, y además algunos títulos.

Carletto es de esas personas que son una bendición. Que entran en un cuarto y la paz que llevan dentro se expande hasta todos los rincones, y enseguida nace en los demás la confianza en ellas. Es un tío cercano, bonachón, sosegado, que mira a los ojos, que actúa con naturalidad y trata a las personas con respeto, y que ha entendido que estamos en la vida para disfrutarla y no hacer daño a nadie. Él hace la vida fácil a quienes están cerca. Es el vecino del quinto con barriguita que da gusto encontrarse en el portal o que te espera con la puerta abierta del ascensor. Es el familiar al que se desea ver. El amigo al que todos quieren y nunca olvidan y echan de menos. De las personas como Carletto se aprende a vivir.

Fue un grandísimo jugador en el Calcio italiano, un mediocentro de categoría, en equipos como la Roma o el Milán, y hasta en la Selección Italiana (jugó dos mundiales, el de México 86 y el de Italia 90). Fue uno de los fijos en aquel mítico Milán de Sacchi de finales de los 80, y uno de los que anotó uno de los goles en aquella noche en San Siro de infausto recuerdo para los madridistas, en la que en el partido de vuelta de la semifinal de la Copa de Europa, el equipo italiano le endosó un 5-0 a los merengues que aún sigue escociendo en la Casa Blanca. Como entrenador lo ha conseguido todo: Champions con el Milán y el Real Madrid, campeonatos de liga en las cinco europeas más competitivas. 

Carletto sabe que lo más importante y decisivo es el factor humano. Cuidar a los demás. Que se sientan comprendidos, cómodos, seguros, y entonces darán todo lo que tienen dentro. También sabe que el humor es importante. Que la exigencia no está reñida con el buen trato. Es el padre que hace ver a sus hijos que confía en ellos, que les trata como a personas adultas, y así los hijos se vuelven responsables. Ojalá todos los entrenadores fueran como él. Y ojalá hubiera muchas más personas así en el mundo: no se deja llevar por rencores ni venganzas, ni crea guerras ni conflictos; y si se ve envuelto en uno de ellos, intenta apaciguar los ánimos con las palabras convenientes. Son personas que saben que la violencia no gana títulos y que lo único que hace es destrozar vidas.

Una vez tuve la suerte de conocer a alguien así y nunca lo olvidaré. Se llamaba Raimundo, estaba cerca de los sesenta años, y era locutor de radio. Gran amigo de mis padres, permanecía soltero, era un gran experto en ciclismo y tenía el cariño de todo aquel que le conocía. Una vez me regaló un traje de ciclista que aún conservo. Cada palabra de su boca parecía surgir de una fuente limpia y pura en una tarde luminosa de verano. Una tarde me dijo que lo único que había que ser en la vida era ser buen amigo, y ayudar a los demás a encontrar el sosiego. Siendo niño como era, aquellas palabras no me parecieron relevantes. Pero ahora, pasados los años, lo son, y mucho.

Por eso el bueno de Carlo quedará en el corazón de todos los madridistas no solo por sus éxitos deportivos, sino por su bondad, cercanía y su saber estar. Por ello también Florentino Pérez volvió a ficharlo tras su paso por el club en las temporadas 2013-2014 y 2014-2015, cuando regresar a entrenar a un equipo como el Madrid es muy improbable; solo unos pocos elegidos lo han podido hacer. 

Al enterarse los jugadores del Madrid de que su nuevo míster para esta temporada iba a ser el italiano, se alegraron mucho. Decía el gran tenista sueco Borg que a uno le van a recordar, más que por los títulos, por cómo se ha comportado en su carrera deportiva. Y Carlo ha conseguido en Madrid algo tan inaudito como ser amigo de sus jugadores, y para siempre también de una afición.     


    



Jorge Alonso Curiel



OTROS ARTICULOS DE IMPOSIBILIDAD DE CAMUFLAJE:


Con la Boca abierta (8-04-2022)


El Héroe de las Baldosas amarillas (20-04-2022) 





Comentarios

Artículos más populares

Tramo Señalizado. Entrevista a Rosa Palo: Una Columnista entrañable

Bases III Certamen Internacional de Microrrelato 'Jorge Alonso Curiel' 2024

Microrrelatos ganadores del II Certamen Internacional de Microrrelato 'Jorge Alonso Curiel' 2023

Microrrelatos ganadores del I Certamen Internacional de Microrrelato 'Jorge Alonso Curiel' 2022

Crítica de "La Reina del Porno": La apasionante vida de Chelly Wilson

NOTICIA SOBRE EL I CERTAMEN INTERNACIONAL DE MICRORRELATO 'JORGE ALONSO CURIEL' 2022