"El Mito del Vampirismo": Crónica de la Charla de Dioni Arroyo en el I Festival 'Rara Avis'
Dioni Arroyo junto a Montse Ruíz, directora de la editorial Deméter y creadora del festival |
"La figura del Vampiro nos invita a transgredir las normas"
Dentro del I Festival 'Rara Avis' celebrado en Valladolid el pasado fin de semana, el escritor impartió una conferencia sobre la figura inmortal del vampiro en la historia y el arte
El pasado viernes 27 de septiembre, en la segunda jornada de la I edición del Festival 'Rara Avis' dedicado a la literatura de género (ciencia ficción, fantasía, terror, negra y gótica) y celebrado en la sala Narciso Alonso Cortés de la Casa-Museo José Zorrilla de Valladolid desde el jueves 26 hasta el sábado 28, el escritor y antropólogo vallisoletano Dioni Arroyo (1971), autor referente de este tipo de literatura, ofreció una conferencia acerca del mito del vampiro, este arquetipo y narración universal, presente en todas las culturas y que se ha transmitido de manera oral a lo largo del tiempo.
Autor del ensayo El Mito del Vampirismo (Apache Libros, 2022), el escritor recordó el origen y el desarrollo en la historia y en el arte de esta figura que despierta "una atracción atávica, instintiva", a pesar de que se trata de un ser "tumefacto", explicó el escritor, que desveló también que, a la hora de empezar a investigar desde un punto de vista antropológico, su objetivo era responder a dos preguntas: "¿Quién crea los vampiros a lo largo de la historia?", y "¿quién ha salido beneficiado y quién perjudicado?".
Este magnetismo, esta atracción se crea debido a tres pilares como son "el Poder, la libertad y la inmortalidad". "El vampiro nos invita a romper lo establecido", "es símbolo de la libertad total", como lo es también del reino de la noche, el "territorio de lo prohibido", y del erotismo. Sin olvidarse tampoco de la pasión y la obsesión por la sangre, porque en ella, para todas las culturas, "se encuentra el alma, nuestra esencia", afirmó.
La Mujer en el origen del mito
En cuanto a las primeras manifestaciones del mito, Arroyo explicó que se encuentran en las mujeres, en muchas figuras femeninas, como símbolos de liberación e independencia, con relación con la sangre y que provocan "pavor a los hombres". Ejemplos como Lilith, la primera mujer de Adán, que rechazó a su marido y bebía sangre para recuperar la belleza y la juventud; el demonio femenino Lamashtu, en la antigua Sumeria, figura cruel mitad humano, mitad animal, o la diosa india Kali, figura "benefactora" con el ser humano a diferencia de las anteriores.
En cuanto a la llegada del mito a Europa, Arroyó citó a Vlad Tepes, "el empalador", el "Drácula histórico", y a la Condesa Báthory, "La Condesa Sangrienta". El primero, "injustamente vinculado al vampirismo", es hoy considerado héroe nacional en Rumanía; mientras que Báthory, acusada en el siglo XVI de la muerte de más de 650 doncellas, es otra muestra de la creencia del poder rejuvenecedor de la sangre y de la nociva influencia de la endogamia. El militar serbio Arnold Paole es también otro de los nombres importantes, al ser considerada la primera persona que se convirtió ""supuestamente"" en vampiro tras su muerte en 1732.
En el siglo XX, el postmodernismo provoca "una bifurcación", intensificando su humanidad, "entre la frivolidad y el existencialismo", aseguró Arroyo. Una progresiva humanización que en el siglo XXI lo ha convertido hasta en un superhéroe.
Con influencia en la música, cómic, literatura, pintura o cine, "en el futuro este mito nos va a seguir dando buenas noticias porque los mitos van evolucionando", concluyó el escritor.
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