Crítica de "Playlist: Dejad de quererme", de Laura Almohalla: La dura batalla de una heroína



Cartel de Playlist: Dejad de quererme


La autora estrenó su primera obra de teatro acerca de la búsqueda de la propia identidad el pasado 27 de junio en Valladolid


                                      Por Jorge Alonso Curiel


"Creo que en todos los textos que uno escribe se habla de manera más o menos directa de uno mismo, pero para cerrar mi etapa académica quería comprometerme con la dramaturgia y con el arte de una forma mucho más personal. Quería hablar de un tema del que pudiera hablar desde la experiencia, desde mi dolor y mi alegría", explica Laura Almohalla (Coria, España, 1999), la autora de Playlist: Dejad de quererme, esta obra teatral que se estrenó con aforo casi completo en el vallisoletano Teatro Experimental 'Álvaro Valentín' el pasado 27 de junio. 

Una ópera prima que es el resultado de su trabajo de Fin de Estudios en la Escuela Superior de Arte Dramático de Castilla y León, en la que se matriculó en 2019. Un título que se añade a un brillante currículum académico en el que destacan, además, el Grado Superior de Realización de Proyectos Audiovisuales y Espectáculos (Universidad de Salamanca) y su especialización en Realización de TV, Escritura y Edición de cine y Regiduría de Teatro. Incluso la joven autora ha completado su formación con profesionales de la talla de Álvaro Tato, Declan Donnellan o Nick Ormerod entre otros.


La autora Laura Almohalla


La obra surge a partir de un texto anterior escrito por la propia autora, un monólogo titulado La arena mojada es mejor para hacer castillos de arena, y que ya reflejaba en esencia este potente relato de iniciación, este relato testimonial y de descubrimiento de una joven llamada Carla o Ce en busca de su identidad sexual, en búsqueda de sí misma, en el que no solo habla de su presente sino que también hace un repaso a lo que ha sido su vida. 

Su adaptación teatral intensifica aún más el poder de aquel texto, convirtiendo este desnudo íntimo de Carla en toda una aventura vital y transformadora, repleta de reflexiones y sensaciones en la que la acertada iluminación, la música (una lista de canciones que van sonando a lo largo de la obra), las proyecciones (que funcionan como carteles de las citas o traducciones de las canciones que suenan o como reflejos de la propia historia de Carla), la destacable caracterización y los símbolos fáciles de entender (un cochecito amarillo que refleja la infancia o el chaquetón azul de X, la persona del Café Bombón) ayudan a que el espectador se sumerja en este estallido de vida, con un tema muy actual y delicado, que exhala verdad con una protagonista que busca su lugar en el mundo, donde encontrar un referente que le sirva para crecer y también un abrazo que le aparte de la incomprensión, la inquietud y del dolor o hasta de la angustia que ha arrastrado durante tanto tiempo.

La actriz protagonista Iria Orejudo. Foto Sonia Vizcaya.


Playlist: Dejad de quererme: El humor como elemento importante

Pero Laura Almohalla tampoco quería incidir demasiado en el dolor. Regodearse en él. Sobrepasarse. Deseaba salirse de lo común, de lo tópico, como acostumbran las obras sobre el colectivo LGTB, en las cuales el llanto y la queja tienen un especial protagonismo, y de las que la autora opina que aún existe en el arte "una incipiente actividad en cuanto a tratar la temática de identidad de género, sobre todo a la hora de plantear protagonistas trans"

Y lo logra componiendo una pieza teatral experimental que entretiene tanto como hace reflexionar, que consigue hacer sonreír como entender la realidad de la protagonista y ponerse en su piel, en un ejercicio de empatía que no le cuesta al espectador gracias al estupendo texto, a la sobria y cuidada puesta en escena y a la presencia y el magnífico trabajo, lleno de matices que sabe transmitir, de la actriz Iria Orejudo que da vida a Carla, y del otro personaje de la obra, la persona del Café Bombón, encarnada convenientemente por Ianthe Ojanguren. "Buscaba un punto medio entre el dolor y la risa, entre la emoción y la sonrisa, para no ser muy desgarradora", apunta Laura Almohalla. "Quería distanciar la palabra de la carga emocional. Intentar que el público no se sintiera demasiado implicado"

Y si la autora no quería entregar una obra que se pareciera a otras, con demasiado desgarro, tampoco era su intención que Playlist: Dejad de quererme fuera una clara crítica, una queja continuada y abierta a la sociedad cisgénero, en la que anclara a la protagonista en el victimismo. Por ello, consigue de manera acertada que los espectadores vean a Carla más como una heroína, sin que lleguen a compadecerse en ningún momento de ella, como alguien al que le sobra valor y así se convierte en un símbolo de la lucha contra sus demonios interiores y contra lo que le rodea, y que llega a su conquista personal siendo un ejemplo para todos los que necesiten el respaldo de alguien que es capaz de llevarlo a cabo.


Los dos protagonistas de la obra. Foto de Sonia Vizcaya.


Kafka decía que toda obra artística debe remover el mar en calma que habita dentro de nosotros, y hay obras, por suerte, que lo consiguen. Y Playlist: dejad de quererme lo hace por medio del humor, la profundidad y la emoción, una mezcla potente y repleta de eficacia, para hacer llegar lo que la autora quiere decir sin caer en la mera descarga o en el fácil panfleto. Todo lo importante en literatura no se olvida del humor, y en este caso se comprueba una vez más; como se puede comprobar también, en estos sesenta minutos de conmovedora experiencia teatral, que, como decía Pessoa, el arte que vive en la misma calle que la vida no comete el pecado de dejar indiferente. 

Ha comenzado el camino de una autora y directora teatral llena de interés y con una sobrada preparación. Que nada le haga caer en la distracción de no continuar unos pasos que le llevarán a interesar a espectadores anhelantes de historias en las que muchos se pueden reconocer y hasta necesiten reconocerse. Playlist: Dejad de quererme es teatro de carne y hueso, lejano a lo artificial, un soplo de aire esperanzador en el que brilla la edificante apuesta por luchar por quien se es.


Foto de Sonia Vizcaya.


Ficha Técnica:


Reparto:

Carla: Iria Orejudo.

Persona del Café Bombón: Ianthe Ojanguren.


Equipo Artístico:

Dirección, autora y dramaturgia: Laura Almohalla.

Ayudantía de Dirección: Lucía Bellota.

Caracterización: Padi Navarro.











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