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El Desamor, ay, el Desamor... (Dos poemas)

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Dos poemas de desamor de Jorge Alonso Curiel     La Hoguera En la carretera, desde el coche, aquella madrugada de invierno, lenta bajaba la niebla, y en un bloque bajo de pisos resplandecía la luz de una sola ventana. Quien estuviera allí dentro y yo parecíamos los únicos seres con vida en un mundo deshabitado. Dicen que a esas horas los únicos despiertos son seres que sufren por amor. Cerca detuve el coche. Tras bajarme, sin dejar de mirar aquella luz –el frío en mis sienes, el vaho de mi boca  a cada paso resonante de precipicios–, me acerqué como quien lo hace al calor de una hoguera.  -------------- Otra cosa de ti Quisiera que entraras por la puerta de mi hogar como esta brisa cálida de julio que recorre como un torbellino todas las  habitaciones, acariciando con manos suaves y consoladoras, sin hacer ruido y sin dañar lo que alcanza. Quisiera, sí, que entraras de esta manera en mi hogar y siguieras de este modo para el resto de la vida. En cambio, después de tu llamada y de recib

Dos Poemas de Infancia ("La Luna" y "Pedir Perdón")

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               Dos Poemas de Infancia                              Por Jorge Alonso Curie l   La Luna Me sentía diferente. Sabía con mucha inquietud que me sentía diferente. Y temía que no hubiera una manera de cambiarlo. Pasó un poco de tiempo, y las circunstancias me dieron la razón.  Mientras mis compañeros se enamoraban platónicamente de chicas más mayores e inalcanzables  y no hacían nada porque sabían  que iba a resultar en vano, yo, mientras, corría detrás de ellas como un loco intentando atrapar la luna. Pedir perdón   Sus padres no entendían  que con 14 años, en esas tardes tristes de invierno, mientras la oscuridad llegaba lentamente, se dedicara a escuchar en el salón mirando por el ventanal de ese noveno piso la música de Chopin. Para ellos no era normal. Llegaban a casa y le encontraban de esta manera, ensimismado, abstraído, y no sabían lo que pensar, ni tampoco encontraban nunca las palabras precisas  con las que dirigirse a él. Aquel chico no era como los otros, y estab