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Mostrando las entradas etiquetadas como poetas españoles actuales

Sábados por la mañana (Poema nostálgico)

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Por Jorge Alonso Curiel   Quisiera volver a aquellos sábados.  Aquellos sábados por la mañana  en los que el niño que fui se levantaba demasiado pronto, la casa en sosiego, oscuridad reinante, y encendía la televisión para ver  los programas infantiles  sentado en la alfombra. Somos la generación de la tele  de los sábados por la mañana. Horas delante de ella, con el pijama puesto, legañas en los ojos, y esperando que mi madre apareciese  para hacerme el desayuno. Quisiera volver, también, a aquellos viernes por la noche, en los que la familia se reunía para disfrutar, después de la cena, del Un, dos, tres , y el mundo era ausencia de desengaño, la familia un puerto acogedor. Somos la generación de la tele. Cuando la tele era nuestro paraíso; la vida un paraíso. Deseo de nuevo s altar de gozo al comenzar  los dibujos animados, y que mi madre entre por la puerta,  poco después, como si no hubiera pasado el tiempo, con su rostro lleno de luz y ternura, y me susurre: Qué pronto te has lev

Tres Haikus de otoño

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Cuánto me gusta el haiku. Son deliciosos. Ahí van tres de mi autoría. Tres haikus de otoño Amanecida. Mira las hojas secas el barrendero. Tarde de lluvia. En el charquito gris, hoja dorada. Amanecer. Crujidos en el parque, hojas de otoño.

Dos Poemas de Infancia ("La Luna" y "Pedir Perdón")

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               Dos Poemas de Infancia                              Por Jorge Alonso Curie l   La Luna Me sentía diferente. Sabía con mucha inquietud que me sentía diferente. Y temía que no hubiera una manera de cambiarlo. Pasó un poco de tiempo, y las circunstancias me dieron la razón.  Mientras mis compañeros se enamoraban platónicamente de chicas más mayores e inalcanzables  y no hacían nada porque sabían  que iba a resultar en vano, yo, mientras, corría detrás de ellas como un loco intentando atrapar la luna. Pedir perdón   Sus padres no entendían  que con 14 años, en esas tardes tristes de invierno, mientras la oscuridad llegaba lentamente, se dedicara a escuchar en el salón mirando por el ventanal de ese noveno piso la música de Chopin. Para ellos no era normal. Llegaban a casa y le encontraban de esta manera, ensimismado, abstraído, y no sabían lo que pensar, ni tampoco encontraban nunca las palabras precisas  con las que dirigirse a él. Aquel chico no era como los otros, y estab