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IMPOSIBILIDAD DE CAMUFLAJE. Con la boca abierta.

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      IMPOSIBILIDAD DE CAMUFLAJE           Con la boca abierta                                                             Por  Jorge Alonso Curiel                                                      Foto Mediaset Inocente de mí, de pequeño pensaba –y no sé la razón, quizá lo vi o lo escuché en una película, o tal vez lo oyese en boca de los que me rodeaban– que cuando las personas cumplían años y se convertían en personas adultas y maduras, no se dejaban llevar por los sentimientos ni por las emociones, ni tampoco por los bajos instintos, y que ponderaban con el instrumento de la razón todo lo que les ocurría, incluyendo las pasiones y la atracción amorosa y sexual. Creía que con los años se dejaban de cometer 'tonterías' que se hacen en la adolescencia o en la primera juventud por amor plenamente romántico, como cruzar los mares para encontrarse con la persona amada a miles de kilómetros, o renunciar a un gran trabajo por estar con ella, o enfadarse con tu familia y amigos y

Aquella noche de sábado de las Fiestas de San Mateo

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      Los carruseles de Valladolid, en el barrio de la Rubia    Aquella noche de sábado de las Fiestas de San Mateo                                                                                                                                                                                                   Por  Jorge Alonso Curiel   No lo podré olvidar. Ocurrió en septiembre de 1987, un sábado durante las Fiestas de San Mateo de mi ciudad Valladolid, a mitad de mes, cuando tenía doce años. Seguía siendo un niño, pero yo quería hacer cosas de mayores; tenía inquietudes. Valladolid estaba de gala por sus fiestas, y cada tarde y cada noche era un hervidero de vecinos que salían a las calles y de visitantes que querían vivir nuestra ciudad en estos días de celebración. A mí me encantaba que llegaran estas fechas por muchas razones: por la alegría que se respiraba en toda la ciudad, por las visitas que hacía con mis padres y familiares a bares y restaurantes que no solíamos ir el resto de