Ritos y escritores
Por Jorge Alonso Curiel No es de extrañar, y lo entiendo, que las personas piensen que los escritores -o los artistas en general sean raros, gente extraña y excéntrica. Si nos atenemos a la manera en la que realizan su oficio, nos llevamos muchas sorpresas, ya que más parece un ritual que otra cosa. No voy a dar nombres propios de escritores, pero voy a poner ejemplos. Como aquel que solo puede escribir de pie, sobre un mueble bar, y cubierto por una capucha, y así durante algunas horas. O como aquel que se encerraba tres días seguidos en la oscuridad más absoluta de su habitación, ayudado de drogas, ocultando las ventanas con maderas para que no transpasase ni el más mínimo rayo de luz. O como aquel otro que únicamente puede escribir solo con máquina eléctrica de la que le es muy difícil conseguir recambios de tinta. O como el que solo puede hacerlo en su despacho y le es imposible hacerlo fuera de allí; o aquel que le pasa lo contrario, y en su ca