IMPOSIBILIDAD DE CAMUFLAJE. Busca y Captura de Liubov Sobol
IMPOSIBILIDAD DE CAMUFLAJE Busca y Captura de Liubov Sobol Por Jorge Alonso Curiel Alguna vez en nuestra vida todos hemos querido ser invisibles . De niños jugábamos a serlo: en mi grupo de amigos cada vez lo era uno, y a ese que pasaba a tener ese don, hacíamos que no lo veíamos y así podía pegarnos puntapiés en el trasero, robarnos los chuches, darnos golpes en la cabeza o hacer todo lo que quisiera, y los demás nos quedábamos sorprendidos, fingiendo que todo aquello era obra de algún fantasma o de algún espíritu burlón. El juego tenía su gracia cuando el niño invisible de turno besaba en los labios a alguna de nuestras amigas, y ella no podía quejarse, aunque a veces se enfadaba y se iba corriendo porque ese juego ya no le gustaba; al fin y al cabo le había besado un niño que no le gustaba, y eso ya se pasaba de rosca. Pero no solo todo